Únicamente el 14% de las empresas inician acciones de recobro cuando vencen las facturas, mientras que el 37% tarda más de 3 meses en considerar moroso el impago y recurrir a las acciones de recobro.
Tras un análisis realizado por el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, impulsado por Crédito y Caución e Iberinform, se ha destacado que hay una relativa tardanza en el inicio de las acciones de recobro.
El porcentaje de empresas que activan estos mecanismos ha aumentado un punto respecto al año pasado -del 13% al 14%. Sin embargo, sigue siendo un porcentaje muy por debajo de la media histórica.
Por otro lado, el porcentaje de empresas que acceden a que sus clientes retrasen el pago a más de 3 meses, ha pasado el 32% del año pasado, a un 37%. Este dato se encuentra dentro de la media anterior a la crisis post-Covid: entre el 36% y el 42%.
Este retraso, según Crédito y Caución, viene precedido por la tensión de liquidez de los clientes de las respectivas empresas provocada por la pandemia. Sin embargo, aplazar estas acciones de recobro puede suponer un deterioro en la efectividad de estos mecanismos. A pesar de ello, se observa una gran flexibilidad por parte de las empresas respecto a la relación comercial.
Otro dato por destacar es que, la mayoría de las empresas no optan al cobro de intereses de demora una vez iniciada las acciones de recobro. Según el estudio realizado, un 54% de las empresas emplean nunca intereses de demora y un 40% únicamente a veces.
Solo un 6% de las empresas, aplican los intereses de demora. De estos, el 97%, un porcentaje muy por encima de la media histórica utiliza unos intereses por debajo de los correspondientes legalmente.