No puedo pagar mis deudas

La situación económica provocada por el coronavirus, añadida a la insolvencia que ya vivían muchas personas, ha provocado que una de las búsquedas más frecuentes en Google sea “No puedo pagar mis deudas”.

Cada vez más gente recurre a herramientas como internet para tratar de solucionar los quebraderos de cabeza que les provoca la imposibilidad de ponerse al día con sus deudas impagadas.

Por eso mismo, desde Cobrálitas, queremos ofrecerte algunas opciones si estás o te ves en esta situación:

  • Renegociación de la deuda
  • Cancelación de la deuda
  • Refinanciación de la deuda

Renegociación de la deuda

Renegociar una deuda es pactar unas nuevas condiciones sobre la misma. Destacan:

  • El cambio en los intereses aplicables. Si consigues aplicar un tipo de interés inferior podrás abaratar el precio del préstamo. Pero esta opción presenta las mismas ventajas y desventajas que hemos mencionado respecto a la concentración de créditos.
  • El cambio en los plazos de pago. Esta opción sí es bastante efectiva, ya que podrás postergar el momento de pago (estableciendo retrasos o moratorias) e intentar conseguir liquidez durante el tiempo que hayas ganado.
  • El cambio en la cuantía debida. En este caso lo que reduces es el capital pendiente de amortización. Suele hacerse por medio de quitas, aunque también podrías pactar daciones en pago o para pago para reducir el capital que te queda por pagar.

La principal ventaja es que, al establecer nuevas condiciones de pago, podremos hacer que nuestra situación sea más llevadera, ya que se adaptan a nuestra solvencia actual. No obstante, un inconveniente puede ser que, al estar dándonos un aplazamiento, el acreedor pueda pedir algo a cambio.

Cancelación de la deuda

personas preocupadasGracias a la Ley de Segunda Oportunidad, si no podemos pagar la deuda, podemos cancelarla mediante el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI).

Este es un mecanismo que permite que el Juez nos exonere del pago de aquellas deudas que no puedas afrontar.

Sin duda, la principal ventaja es que ya no tendremos que pagarla, pero no es un proceso sencillo y el inconveniente es que debemos gastar dinero en contratar a un abogado especialista en segunda oportunidad.

Refinanciación de la deuda

Esto consiste en solicitar un crédito que nos ayude a afrontar los pagos inmediatos. Muchas veces la refinanciación no consiste en atrasar el momento de pagar la deuda, si no hacerla más económica.

Existen numerosas herramientas que nos permiten refinanciar las deudas, pero las vías tradicionales son los préstamos bancarios. También existen prestamistas privados.

Entre las ventajas de refinanciar una deuda están las siguientes:

  • Si optas por atrasar el momento de pago podrás conseguir liquidez y evitarás las consecuencias negativas de que venza un plazo.
  • Si optas por abaratar el crédito podrás ahorrar en concepto de intereses. Esta técnica suele utilizarse para concentrar créditos, lo que también aporta un mayor control financiero.

No obstante, la refinanciación no nos ayuda a cancelar una deuda, por lo que esto puede ser, en ocasiones, un inconveniente.