Todas las empresas o profesionales autónomos que quieran proceder a reclamar aquellas facturas que aún están pendientes de cobro, deben tener en cuenta una serie de opciones.

Desde Cobrálitas mencionaremos los tres principales pasos que debemos dar para reclamar las facturas impagadas. Además, como todo, cada uno de ellos tiene sus ventajas y sus desventajas, y también te las enumeraremos:

Intentar llegar a un acuerdo con el deudor mediante un procedimiento monitorio.

Ventaja: Si se llega al acuerdo económico con el deudor, ambas partes se ahorrarán tiempo y dinero en procesos judiciales.
Desventaja: Si el deudor se niega o no tiene las posibilidades de pagarlo, el acto de conciliación no servirá de nada

Iniciar un procedimiento monitorio para obtener rápidamente un título ejecutivo.

Ventaja: El proceso es rápido y puede tener una duración de 20 días.
Desventaja: Si el deudor no acepta, se deberá recurrir a un juicio ordinario.

Demandar al deudor para llevar a juicio la reclamación.

Ventaja: El juicio finaliza con una sentencia, por lo que el deudor tendrá unos plazos concretos para proceder al pago de la deuda.
Desventaja: Los juzgados tienen una importante carga de trabajo, por lo que este suele ser el proceso más lento.

Estas son las tres principales medidas que se deben tomar en cuenta a la hora de tomar la decisión de solicitar un recobro de deuda.