El impacto de la crisis económica derivada de la alerta sanitaria del coronavirus continúa afectando a las pymes y a los autónomos.

Aumento de morosidad

Según Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, el 50% de las pymes corren peligro por culpa de la morosidad. De hecho, se estima que sus impagos pueden terminar con un cierre forzado de sus negocios.

La situación actual en España 

Las cifras de morosidad actuales, pueden llegar a provocar que muchas compañías con la capacidad de crear empleo en nuestro país, disparen la tasa de desempleo a niveles históricos.

Hace unos meses ya vivimos cómo la morosidad había dado como resultado numerosas quiebras y ahora el impacto podría ser mayor.

El descenso de la demanda ha provocado que gran parte de las pequeñas y medianas empresas de nuestro país hayan reducido sus ingresos de forma significativa. Incluso el número de procedimientos concursales ha aumentado más de la mitad durante el segundo y tercer trimestre de 2020, incluso en verano cuando supuestamente el número de concursos de acreedores es inferior.

Necesidades de financiación  

Más de la mitad de las pequeñas y medianas empresas que han sido sometidas a una encuesta en España, prevén incrementar su nivel de morosidad mientras continúe la situación económica actual, algo que también sucederá en el caso de las administraciones públicas.

Esta morosidad es altamente perjudicial para sus ingresos, hasta el punto de convertirse en un obstáculo insalvable para continuar. Ahora bien, la morosidad no solo afecta a los ingresos, sino que repercute negativamente en los márgenes de pérdida y en los clientes.

Ante esta situación, los empresarios se muestran preocupados al no poder satisfacer sus obligaciones con los proveedores, advirtiendo de que pueden incurrir en impagos en caso de que la situación continúe.

El sector solicita urgentemente una inyección de liquidez para que las empresas puedan sobrevivir, así como la ampliación de los períodos de los créditos ICO ante la incertidumbre actual. Sin embargo, ante la falta de opciones, las empresas tratan de buscar otras alternativas de financiación solventes ofrecidas por compañías privadas no bancarias.

La banca tradicional ha limitado el crédito, de ahí que estas soluciones con garantía se presenten como algo novedoso a tener en cuenta. Este tipo de empresas ofrece una gran variedad de productos para adaptarse a las necesidades de financiación de cada empresa. Los instrumentos resultantes incluyen renting, descuento de pagarés, factoring, duplicación de créditos comerciales, etcétera.